6 de febrero de 2020

Las Repercusiones Sociales y Políticas de la Inteligencia Artificial por Daniel Innerarity

La charla de Daniel Innerarity, en colaboración con la UNED de Bergara "Las repercusiones Sociales y Políticas de la Inteligencia Artificial; de principio Daniel ha aclarado que viene a plantear mas preguntas que respuestas y mas dudas que certezas. Para su charla, se ha basado en su libro: Gobernar en el siglo XXI donde cita como la principal amenaza de la democracia no es la teoría de la democracia, necesitamos una actualización de nuestros conceptos políticos, que una teoría de la Democracia violencia ni la corrupción o la ineficiencia, sino la simplicidad. Desde el punto de vista de la fueron pensados en una época de relativa simplicidad social y política. Este déficit teórico se corresponde con una práctica política que simplifica y empobrece nuestras democracias. Nuestros sistemas políticos no están siendo capaces de gestionar la creciente complejidad  del mundo y son impotentes ante quienes ofrecen una simplificación tranquilizadora. La política, que opera actualmente en entornos de elevada complejidad, no ha encontrado todavía su teoría democrática. Ya no tiene que enfrentarse a los problemas del siglo XIX o del XX, sino a los del XXI. Si la democracia ha efectuado el tránsito de la polis al Estado nacional, de la democracia directa a la representativa, no hay razones para suponer que no pueda hacer frente a nuevos desafíos, siempre y cuando se le dote de una arquitectura política adecuada. Sin embargo, las respuestas no son simples, pero tampoco hay que desesperarse ante la complejidad de los problemas.
Estudiemos uno de esos problemas: la automatización. En el mundo automatizado el centro no somos los humanos. Nos han expulsado. El paso no nos lo prohíbe un humano sino la máquina. Por ejemplo: . Puertas automáticas en vez de un bedel;
..Estaciones orbitales sin astronautas;
. Redes de comunicación autónomas;
. Campos agrícolas robotizados ... 
Los humanos ya no estamos en el bucle de la decisión. En consecuencia, cabe preguntarse: ¿si todo nos viene hecho, eso es algo malo o una bendición? ¿la inteligencia artificial será el último invento de la humanidad? 
La automatización la hemos puesto en marcha los humanos no para perder poder sino para ejercer un mejor rendimiento. Las máquinas aprenden y esto ES UN GRAN AVANCE PARA LA CIVILIZACIÓN ya que nos exonera de tomar bastantes decisiones conscientemente pero también nos puede llevar a perder ciertas destrezas: Por ejemplo:
. Los aviones los pilota un ordenador no un piloto;
. El móvil se ha convertido en una prótesis de la memoria;
. La concesión de un crédito es decisión de un robot no del director de banco;
. El uso del GPS nos está limitando el sentido de la orientación, ya no lo trabajamos;
. La revolución en la Medicina;
. Regulación del tráfico urbano, ...
Ya no hay marcha atrás, no podemos humanizar los procesos de automatización, pero ¡ojo! Lo debemos olvidar que LOS DATOS SON LA NUEVA MATERIA PRIMA. 
Así mismo nos mencionó su libro Un mundo de todos y de nadie. Piratas, riesgos y redes en el nuevo desorden global” en el que nos cuenta que diferencia entre lo común y lo ingobernable, entre la responsabilidad compartida y la proliferan los asuntos que a todos nos afectan, pero de los que, al mismo tiempo, nadie puede o quiere hacerse cargo. ¿Cuál es la irresponsabilidad generalizada? En un mundo en el que la economía está en buena medida desterritorializada y las interdependencias agudizan nuestra común vulnerabilidad, no hay otra solución que avanzar hacia una desnacionalización de la justicia y una gobernanza global. Los bienes públicos comunes—la mutua exposición a los riesgos globales en materia de seguridad, alimentación, salud, financiera o medioambiental—requieren una correspondiente política de la humanidad. Lo que podríamos llamar civilizar la globalización no es otra cosa que reinventar la política a escala global de manera que el mundo deje de tener propietarios y pase a ser un espacio de ciudadanía.
Termina su exposición lanzando alguna critica a los Sindicatos por no haber lanzado una reflexión sobre este la influencia der estas nuevas tecnologías; comentando de la eficiencia versus perdida de autonomía publica; adelanta un posible riesgo de una nueva extrema derecha de carácter tecnológico,... También dice echar en falta un discurso, referido a la nueva era digital, como el que hizo Abrahán Lincolm en Pittbourg donde acuño la cita  "La democracia es el gobierno de la gente, por la gente".
Hemos asistido a una sesión, muy interesante, en la que Daniel nos ha llevado de la mano para ayudarnos a entender que la Inteligencia Artificial puede repercutirnos social y políticamente.
Crédito foto: Rafael Bengoa


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