16 de octubre de 2019

¿Como debe plantearse la Educación Superior en la Sociedad del siglo XXI ? Retos y Valores por Juanjo Álvarez

Juanjo Álvarez ha estado en Goienagusi reflexionando en como debe plantearse la Educación superior en la Sociedad del Siglo XXI, así como cuales son sus Retos y Valores.
Previamente a presentar el tema que iba a presentar, ha repasado, y comentado, las sentencias del Procès y de Altsasua; incidiendo en los procederes de los Tribunal, de sus Magistrados, las presiones que, supone, se han realizado, ... Así mismo, comenta y opina, con gran detalle jurídico, las dos sentencias. 
Sobre "Como debe plantearse la Educación Superior en la Sociedad del siglo XXI. Los Retos y Valores, Juanjo Álvarez  comenta:
1. Desde el reducto de libertad vital que supone para mí trabajar como Catedrático de Universidad, y desde un enfoque internacionalista quisiera subrayar la importancia de la educación, de la formación... es mucho más que un capricho intelectual: es la forma de abrirse camino en la vida de forma libre, autónoma, creativa. Durante el acto académico de inauguración del curso de la UPV/EHU el brillante y comprometido discurso de la rectora Nekane Balluerka aportó varias ideas para la reflexión; en particular, se refirió al proceso de cambio "vertiginoso" en el que está sumida la UPV-EHU y señaló que el proyecto universitario de futuro vendrá determinado por la respuesta que se dé a cuestiones como la financiación y la relación entre ética y productividad. La rectora hizo hincapié en su "firme apuesta" en favor de que las conductas éticas guíen el trabajo de la universidad pública vasca y subrayó que no puede haber productividad sin valores ya que éstos, lejos de ser un "lastre" para la productividad, son "sus mejores aliados". Los valores éticos, la recta deontología profesional y el compromiso con los principios de solidaridad y de profesionalidad son claves para todo proyecto vital y profesional, hoy más que nunca. De hecho, ahora que parecen atisbarse en el horizonte económico ciertos nubarrones que parecen anunciar una nueva recesión económica cabe recordar que la dura crisis que tuvimos que soportar tuvo una dimensión financiera y otra moral, anclada en la desviación ética y en los pocos edificantes valores que presidieron las conductas especulativas individuales y colectivas. El origen de la crisis provino no solo de una defectuosa o inexistente regulación o de la falta de verdadera supervisión frente a la voracidad lucrativa de los operadores. Fue también el resultado de una crisis de valores. Por ello, hablar de valores tiene hoy más sentido que nunca, aunque siga generando todavía un cierto escepticismo social; aludir a valores a preservar y revalorizar supone referirse, por ejemplo, al gusto por el trabajo bien hecho o al ejercicio de responsabilidad individual y colectiva en beneficio del bien social común. El altruismo   intelectual, alejado de egos y vanidades individuales y la visión compartida de un proyecto ha de seguir siendo referente de nuestro actuar.
2. Reflexionar sobre educación, formación y universidad supone necesariamente hablar de Europa: cada vez más, y con mayor intensidad, Europa, sus instituciones, deciden sobre ámbitos más cercanos. Lejos quedan los tiempos en que Europa era un mero mercado, un gran bazar sin dimensión política y sin apenas repercusión para nosotros, para los ciudadanos de a pie. Y un claro ejemplo de esta nueva realidad es el proceso, ahora en fase de preparación, de europeización de títulos universitarios, conocido como Proceso de Bolonia, por haberse gestado en esta ciudad italiana la Declaración que dio origen al mismo.
3. ¿Supone el proceso de Bolonia una elitización de la universidad? ¿Implica establecer “corsés” privatizadores? ¿Se han hecho los “deberes de financiación que supone el proceso? ¿Estamos en presencia de una mercantilización de la Universidad? ¿Diseña realmente un modelo educativo universitario único el proceso de Bolonia? ¿Es realmente necesario afrontar este proceso de mejora de los sistemas universitarios europeos? ¡Sin duda, sí!
No se trata, en definitiva, de un mero capricho intelectual: frente a la imparable y al parece ingobernable globalización, con sus deslocalizaciones industriales, fortalecer el papel de nuestras Universidades, como demanda nuestra Ley del sistema universitario vasco y mejorar su calidad es clave para nuestro principal valor, base además de todo proceso productivo: nuestros jóvenes y su formación. 
Una ves más los comentarios y las valoraciones de Juanjo han sido escuchadas con mucho interés por parte de todos los asistentes. 

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